Las fotografías de paisajes y de fauna que aparecen en este Blog y los textos que las acompañan están hechos por mi, a menos que se diga lo contrario.

sábado, 20 de junio de 2015

El Caminito del Rey. Sin palabras

Esta semana, mi novia y yo, hemos visitado la archiconocida ruta del caminito del Rey.
Esa ruta la tenía en mi mente desde pequeño porque cuando la visitaba sólo me podía quedar en la entrada al estar en muy malas condiciones con agujeros y faltando algunos tramos al completo. Hoy, por fin, la he podido hacer. Todo gracias a una remodelación impresionante del sendero.
Ha sido una idea genial que está dinamizando la economía de toda la zona ya que el número de visitantes está subiendo exponencialmente. Si teneis la oportunidad de hacerlo no lo dudeis porque merece muchísimo la pena. No tiene una especial dificultad y nos hemos cruzado con personas de todas las edades. La edad mínima es de 8 años. De ahí hacia arriba el límite lo pone tu propio cuerpo. Debajo se ve el antiguo sendero.

Nosotros la hemos realizado desde Ardales, ya que es todo el camino descendente. Realmente no es la pendiente demasiado pronunciada en ningún caso, pero me parece más cómoda esta opción. El recorrido total del Caminito del Rey son 7,7 kms., de los cuales 4.8 kms. son de accesos y 2,9 kms. de pasarelas.
Normalmente puedes hacerla lineal o entrar por un extremo, llegar al otro, dar la vuelta y salir por donde has entrado. Esto es lo que hicimos nosotros y no nos arrepentimos ya qeu vemos la garganta de las 2 perspectivas posibles. Comienza la ruta en el punto de control donde se te entrega el casco y te dan unas indicaciones de como te debes comportar durante el recorrido.

Luego se rodea la estación de transformacion eléctrica y nos dirigimos a un segundo punto de control donde se vuelve a controlar a la gente que pasa.
Un cartelito te dice porqué te tienes que poner el casco. jeje.
La primera zona de pasarelas es la garganta de gaitanejos. Una estrecha y preciosa garganta donde crían los vencejos reales, chovas piquirrojas y palomas bravías. El guía dijo que en la zona criaban también las águias reales y buitres leonados. Buitres si, pero reales no vi ninguna. La zona es perfecta tanto para ellas como para halcones peregrinos y buhos reales.
Atravesamos esa zona hasta que se abre un poco y vemos los restos de las instalaciones de la presa.
Aquí vemos el interior de uno de lo canales.
Y aquí otro tramo con el agua ya corriendo por su interior. Durante todo el camino vas paralelo a él.


Seguidamente se vuelve a estrechar por otro tramo precioso.

Aquí una fotillo de nosotros en esta zona, que todo no van a ser paisajes. jeje.

Ahora llegamos a un rinconcillo de ensueño entre las 2 gargantas donde el río Guadalhorce hace el resto. Lástima que lo afea un poco la vía del tren que pasa por allí.
A medio día hace calor en esta zona y ese sendero es lo peor de la ruta.
Y casi sin darnos cuenta llegamos a la garganta de los gaitanes, más corta que la otra pero mucho mas alta y más espectacular que la de los gaitanejos.
Las rocas de esta zona son calizas del jurásico y pudiendo verse, si te fijas, algunos fósiles como estos  preciosos ammonites.
Esta pasarela no es tan recta como la otra y da juego para hacerte fotos diferentes donde puedes apreciar lo sinuoso del camino. Abajo podemos seguir viendo el antiguo camino con sus agujeros y da que pensar que debía ser una temeridad el cruzar ese puentecito sin pasamanos.... Qué locura.
En una de las curvas hay una especie de mirador donde el selo es de cristal. Mola mucho caminar por encima viendo lo que hay debajo. jeje.
Llegamos al famoso puente y nos hicimos la foto de rigor. Es impactante cruzar el puente, pararse y mirar entre los cuadradillos por donde tu pisas. La altura de 100 metros a los que está te recorren todo tu cuerpo de manera instantanea. jeje. Yo os recomiendo que lo hagais. Si teneis miedo o vértigo no lo hagais y sólo mirad al frente, vereis como no tien nada del otro mundo. En esta ocasión soplaba fuerte el viento en la zona y se movía el cabroncete. jeje, haciendo más interesante su travesía.
Desde este punto decidimos regresar por el mismo camino y poder ver las gargantas desde otra perspectiva echando un último vistazo al puente.
La afluencia de visitantes era grande pero no tenías la sensación de aglomeración en ningún momento.
Cada paso que daba era un foto y creedme si os digo que estas fotos no hacen justicia a lo que vas viendo durante el camino.
Salimos de los gaitanes y volvemos por la del gaitanejo otra vez.

Y esta última perspectiva de la zona más estrecha. Es que es impresionante el lugar.

Después de esto, decir que durante todo el recorrido te encuentras a gente que trabaja allí y te pueden ayudar en lo que necesites. Es muy normal el hacer "tratos" con los visitantes para haceros fotos donde salga todo vuestro grupo, no lo dudeis porque luego os arrepentireis cuando volvais a casa. En todo el recorrido hay cámaras de seguridad para que no se haga el cafre. Vimos como 2 trabajadores iban comprobando los agarres de las pasarelas una a una y apuntando su estado, cosa imprescindible para la seguridad de todos. Por último decir que también hay una persona en el puente controlando el paso de los visitantes y midiendo la velocidad del viento para ver si es seguro cruzarlo o hay que cancelar el acceso. En definitiva, que es una gozada pasear por allí, que la seguridad prima ante todo y que está muy muy bien equipada en todos los aspectos. Me alegra muchísimo que tengamos una ruta de este nivel en Andalucía.
Salud y a disfrutarlaaaaa.






viernes, 5 de junio de 2015

Los últimos halcones costeros de Cádiz

Esta semana he pasado un rato acompañando a una de las últimas familias de halcones peregrinos que crían en la costa de la provincia de Cádiz. Solemos pensar que los halcones crían en la sierra pero hay algunos halcones que crían en la costa. Estos halcones, según decía Félix Rodriguez de la fuente, eran los más poderosos y aptos para la cetrería. Él mismo "expolió" un nido de un acantilado del norte de España para regalarselo a un rey árabe en nombre de la corona española. El mismo Félix, tenía en unas parejas que criaban antaño en los acantilados de roche un reserva de halcones para su afición e intercambios. Es por este motivo por lo que hay que ser prudente con su ubicación ya que todavía están sufriendo los expolios de algunos energúmenos y, aunque ya estos pollos están volando y su radio de acción es enorme, pueden ubicarse para la próxima temporada.
La costa de Cádiz, desde Chiclana hasta Algeciras, tiene kilómetros y kilómetros de enormes acantilados que son aptos para que se reproduzca esta rapaz pero las parejas que crían ya son muy pocas. Creo que son sólo 3 las parejas que quedan en todo el litoral.
Aquí vemos a la parejita comiendo una paloma.

Y otras más comiendo.


Y aquí lo vemos después de comer.

Normalmente las polladas de los halcones son de 2, 3 o 4 pollos, siendo en esta ocasión 3 los pollos que han salido adelante. En esta fotografía tuvimos una suerte enorme ya que estábamos a casi 1 km de su supuesto nido cuando llegó el macho con un estornino y se lo pasó a un pollo. Digo supuesto porque aunque se donde está el nido, nunca me he acercado ni lo he visto en la distancia siquiera.


El pollo lo cogió y comenzó una pelea espectacular en el aire con sus hermanos para ver quien se lo quedaba.


 Cuando se hartaron de pelear, decidieron posarse realmente cerca de nosotros en una cornisa al resguardo del viento de levante e ignorándonos completamente.

Estábamos atónitos viendo como estábamos delante de un espectáculo sin igual sin interferir lo más mínimo en su comportamiento, a plena luz del día y sin hide.

Empezaron a volar otra vez y a increpar a las gaviotas que no sabían ni por donde le venían. A poco que se esforzaban un poco le pasaban por su lado como un misil.

Aquí vemos a uno de lo pollos que tiene toda la pinta de ser una hembra por su corpulencia.

Los juegos que hacen entre ellos son el aprendizaje básico para cazar y sacar el máximo partido a su increible potencial volador.

Volaban en solitario, en pareja o incluso los 3 a la vez, rozando incluso el suelo del acantilado.


Estar 10 minutos con estas aves en este momento donde comienzan a volar y a comprobar de lo que son capaces de hacer en el aire ha sido un gustazo.

Ahora os muestro una serie de fotos donde se repiten los juegos y disputas entre hermanos.



Y todo esto bajo la atenta mirada de los padres desde las altura. Aquí vemos a la hembra.
Y aquí el macho.
Todas las fotos están realizadas sin hide, desde lugar público y sentadito en la silla cual dominguero sin molestar al animal.
Salud.

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