Una de las sorpresas que me ha deparado la caleta este año ha sido el número de gorgonias (eunicella verrucosa) que he podido ver en sus grietas. Las he visto de todos los tamaños y sus colores han sido blancas y rosas.
Y como no, su parásito, el gasterópodo Neosimnia spelta que se alimenta de ellas.
La mala noticia ha sido comprobar como la siguiente gorgonia rosa, que son las más escasas allí, fue arrancada por algún energúmeno para cualquier gilipollez.
Salud, cuidaos y carpe diem.
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