lunes, 10 de abril de 2023

Extremadura. Abril 2023.

En la primera semana de abril hemos pasado 5 días visitando varios lugares de Extremadura mezclando naturaleza y cultura.

Empezamos en Trujillo. Llegamos a medio día y visitamos el centro donde tomamos algo y disfrutamos de su precioso casco antiguo.

Después de una merecida siesta fuimos a buscar carracas a la zona esteparia que hay entre Trujillo y Cáceres. No vimos ninguna carraca pero carrileamos y tuvimos bastante suerte porque vimos avutardas.

5 sisones, 2 de ellos en una pelea aérea durante varios minutos.


Unas 30 Gangas ibéricas en un escandaloso vuelo y varios bandos de abejarucos.


Y varios ejemplares de aguilucho cenizo. 

Y la traca de la tarde fue ver una pareja de águilas imperiales haciendo su nido en un gran eucalipto. Luego nos enteramos que es una pareja que lleva varios años allí sacando a su prole sin problemas. Esta foto está realizada a muchísima distancia con el telescopio y ese árbol está dentro de finca privada, por lo que su tranquilidad está más que garantizada.


Cuando se hizo la oscuridad volvimos a Trujillo a disfrutar de sus calles nuevamente. La noche da un encanto especial a estos paseos por ciudades medievales.



Y como no podía ser de otra forma, hemos ido probando los platos típicos de cada lugar.


A la mañana siguiente fuimos a otra zona de los llanos de Cáceres nuevamente a buscar esteparias. Era un carril de muchos kilómetros y nos defraudó bastante, la verdad. Esperábamos ver mas cantidad de aves. Tuvimos observaciones fugaces de un par de sisones en vuelo, un bandito de gangas, algunos buitres leonados y negros, muchísimos trigueros, cogujadas y calándrias.


Algunos alcaudones comunes y un par de reales.


Y sólo un grupito de 5 avutardas antes de entrar en el carril y una pareja a la mitad del recorrido. Ninguna tenía ya comportamiento de celo.


Salimos a la carretera y visitamos un par de pueblecitos para ver si dábamos con alguna carraca recién llegada pero no fue el caso. Nuestra primera idea era visitar Cáceres, pero como ya la conocíamos y estábamos cansados de tanto coche, almorzamos en Casar de Cáceres y pusimos dirección al siguiente destino: el Parque Nacional de Monfragüe. Llegamos a Torrejón el Rubio a media tarde, dejamos las maletas y fuimos al Salto del Gitano a ver el atardecer. Allí vimos, como más representativo, un par de alimoches, algunos buitres negros, una perdicera en el camino y una cigüeña negra posada en su famoso nido.


Al caer el sol volvimos a Torrejón el Rubio y durante el camino vimos una estrella fugaz enorme que se quedo varios segundos cayendo y desintegrándose poco a poco. Cenamos en el bar que está en el centro social y nos pareció muy caro ya que pedimos una tortilla de patatas y nos cobraron 9€ por una tortilla precocinada de supermercado y recalentada. De allí fuimos a una jornada al observatorio astronómico de Monfragüe donde nos explicaron de forma general el funcionamiento del universo y miramos por dos telescopios de un alcance medio. La verdad es que las observaciones fueron bastante pobres y no hubo nada que mereciera la pena. Con mi telescopio terrestre he visto cosas mas interesantes.


A la mañana siguiente teníamos la idea de pasar la jornada en el castillo del Salto del Gitano. Dejamos el coche abajo y subimos andando donde vimos varios ciervos muy confiados.

Desde arriba las vistas del Tietar son espectaculares.


Después de estar arriba un rato, decidimos cambiar los planes e ir a visitar el valle del Jerte, ya que nos habían dicho la tarde anterior que todavía estaban en flor los cerezos. De camino se pasa por Plasencia y, desde la carretera, vimos como el casco antiguo merecía la pena una visita. Aparcamos en un parking gratuito junto a una de las entradas y visitamos las catedrales y sus calles cercanas.


Continuamos el camino hasta el valle y comenzamos a ver las laderas con los cerezos en flor. La estampa es bonita pero, para mi, su fama es mayor que su belleza. 
                                    
             

Compramos un par de bocadillos, nos fuimos junto al río Jerte a comerlo y descansar un poco. 
Allí vimos algunas lavanderas cascadeñas y lavanderas blancas.

            
 
Estando allí empecé a buscar el camino más corto para volver a Monfragüe y vi en el google maps que había una cascada señalizada que merecía la pena una visita. El GPS nos indicó el camino más corto y cogimos por una carretera muy estrecha que pasaba entre los campos de cerezos.

 

                
Llegamos a la cascada del Caozo de Piornal y había muchísima gente visitándola. Había cola para hacerse la foto de rigor..... 


La única cosa buena de esperar en una cola es que escuchas a la gente de alrededor y, de esa forma, me enteré que río arriba había otra cascada que se podía visitar. Como cogía de camino y teníamos tiempo, decidimos ir a verla. La cascada se llama Cascada del Calderón y era muy parecida a la anterior. Había muy poca gente. Dejamos el coche arriba y bajamos por una pista en perfecto estado. Durante la bajada por un precioso castañar vimos un par de especies de narcisos. 
Este narcissus rupícola.


Y este narcissus triandrus o pallidulus.


Varios jacintos de bosque.


Y esta linaria que puede ser de las flores más espectaculares que visto en mi vida.


La sorpresa del día e incluso del viaje, fue la aparición en la cuneta de una musaraña, muy nerviosa y rápida que buscaba un hueco donde meterse. Como sabía que esa aparición duraría poco, saqué el móvil y empecé a hacerle fotos. No se ni cómo, pero me salió una foto bastante resultona.


Llegamos a la cascada y nos hicimos la foto de rigor.


Volvimos al coche y pusimos dirección al alojamiento de Monfragüe. En esta ocasión nos alojamos en el "Hotel rural Portilla de Monfragüe". El alojamiento está ubicado en un lugar privilegiado. Está a 1,9km de la Portilla del Tietar, sin lugar a dudas el mejor punto para observar aves de todo el parque. Desde el mismo alojamiento se ve el cortado de la portilla y la ladera de la montaña donde cría alguna de las rapaces más representativa del parque. El río está muy cerca y el alojamiento parece un establo reacondicionado, donde todas las habitaciones tiene su trozo de porche orientado al norte con unas vistas preciosas. Estas son las vistas desde la cama.

El alojamiento tiene un nuevo dueño que lo lleva desde marzo de 2023. Está comenzando con mucha ilusión y lo está haciendo bastante bien. Recomiendo mucho ese alojamiento. La comida del restaurante es buena y su precio igual que en el resto de los lugares cercanos al parque. La única pega es que nuestra habitación no tenía aire acondicionado. Creo que es algo a mejorar para el verano porque allí hace bastante calor. Nos tomamos unas copichuelas al atardecer en ese precioso lugar rodeados de abejarucos, cenamos y a descansar. Al amanecer fuimos a la portilla del Tietar a pasar la mañana. Allí quedamos con mi amigo Juan Palma que andaba por esas tierras. Era mi cumpleaños y esperaba que el día me regalara buenas observaciones y así fue jeje. 
En el corto camino vimos varios ciervos. Llegamos y sólo estaba Juan, aparcamos y nos pusimos a esperar. Vimos como el cortado estaba con muchos leonados en sus nidos aunque me dio la sensación que había menos que la ultima vez que lo visité. 
Mientras la luz no aumentaba nos distraíamos con los escribanos montesinos y con un chochín que no paraba de reclamar desde las ramas cercanas al observatorio.

Sobre las 9:30 empezaron a llegar pajareros y empezaron a moverse los animales. Uno de los momentos fuertes fue cuando dos nutrias estaban en la orilla opuesta. Era un adulto y su cría. Dieron un espectáculo durante un buen rato. Lástima que se fueron alejando río arriba poco a poco....





Después de las nutrias empezaron a llegar las grandes rapaces. Dos alimoches se dejaron ver por el cortado. Algunos milanos negros pasaban por el río. En ese momento no esperaba ver lo que vi. No sabía que los milanos negros pescaban, pero uno llegó y se tiró al agua para intentarlo. No daba crédito. Cogí la cámara y me puse a enfocarlo para ver si hacía otra intentona. Lo hizo y pescó.... la foto no es gran cosa pero el momento me encantó.



Paralelo a la ladera comenzaron a llegar los buitres negros y a posarse en las rocas. Otro espectáculo. 


Aquí vemos las diferencias entre los leonados y los negros.


Pasaron por allí cigüeñas negras, garzas reales, palomas torcaces y las águilas imperiales, que de vez en cuando pasaban por arriba nuestra.

 
Por último pongo la foto del principal reclamo de ese mirador en estos momentos. El búho real que está criando en su pequeña cueva. Todos los visitantes venían en su búsqueda y se quedaban impresionados cuando lo veían por la lente de algún telescopio. 


Sobre las 13:00 nos fuimos de allí dirección Mérida. Paramos en Serrejón a almorzar y, casualmente, había un hombre mayor allí que cumplía años también ese día. jeje. Me invitó a una cerveza, charlamos un rato de como conoció a Félix Rodríguez de la Fuente, comimos y seguimos nuestro camino. Llegamos a Mérida, nos alojamos en el hotel y salimos a dar una vuelta. Como era mi cuadragésimo cuarto cumpleaños, mi mujer compró un hornazo dulce de pascua y soplé la vela (si, la vela porque sólo había una en la tienda...). Nunca tuve una tarta tan rara. jeje.


 Ese día salieron 2 procesiones y nos sorprendió el poco seguimiento que tenía por la gente del lugar. 


Volvimos al hotel para descansar y salir temprano hacia Badajoz donde quedamos con Joaquín a buscar esteparias en sus cercanías. Sobre las 10:00 llegamos a la zona y tampoco vimos ninguna carraca. En una zona vimos unas 50 avutardas repartidas por una gran extensión. Estaban con el celo a pleno rendimiento y había baños de espuma y peleas entre machos.


Los aguiluchos cenizos eran muy comunes por la zona.


En un momento dado vi un aguilucho mas fino en su vuelo y muy blanco, lo miré con los primáticos y vi que era un macho de papialbo.


De allí fuimos a la ribera del Guadiana y vimos 3 pescadoras..


También vimos garzas imperiales y varios gansos del Nilo.


Al terminar la ruta entramo en Portugal a ver Elvas. Me gustó mucho ese pueblo, la verdad. Entrar con el coche por la muralla y ver su enorme acueducto tiene su encanto.



Tomamos un cafelito en la plaza, compramos unos recuerdos y pusimos dirección a Zafra. Antes  fuimos a Jerez de los caballeros a ver su casco antiguo y hacer la ruta de los templarios viendo sus murallas, puertas y alcazaba.


En la ruta vimos una ermita que se había convertido en un restaurante. Como no habíamos visto antes algo así, no dudamos en reservar mesa para cenar allí.



Después de cenar vimos la procesión  de esa noche y nos fuimos a Zafra a dormir. 


Desayunamos en Zafra, dimos una vuelta por su zona centro y volvimos a Puerto Real no sin antes comernos una pedazo de caravana en la autopista Sevilla-Cádiz tardando una hora más de lo normal.


De esta forma dimos por finalizada la escapada. 

Pude identificar 75 especies de aves y 3 mamíferos.

Salud y carpe diem.


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