En esta ocasión hicimos un tramo de la Cañada de la Higuera desde el poblado del Pantano de los Hurones.
Esta cañada, como muchas otras de la provincia, nos ha sido "robada" desde hace años y no se nos permitía entrar.
Vemos en este mapa de 1917, donde no estaba construido ni el pantano, que ya exisitía. Se podía llegar hasta Ubrique.
No se el motivo de este cambio de actitud pero actualmente ya se puede transitar por ella y, si no te sales de la colada, los guardas no te suelen poner problemas. El camino termina en la carretera que une El Bosque con Algar y la distancia ronda los 7 km aprox. sólo ida..
Como ya he comentado, la ruta la comenzamos en el poblado de los Hurones.
Llegamos temprano. Todavía no estaba abierto ni el bar. Menos mal que ya íbamos desayunados. jeje.
Subimos por la carretera de servicio hasta la parte alta de la presa y las piernas ya se fueron calentando
Llegamos arriba y giramos a la izquierda hasta llegar a la cancela. comprobaremos que no tiene candado y se puede abrir sin problemas.
Sólo entrar, nos encontramos con muchas huellas como esta que nos dejan nervioso para todo el camino. Si veis el primer mapa, a unos 2 km aprox.al Sureste, veis como hay un lugar que se le llama "Casa de los lobos" Ojalá fuera cierto y estas huellas fueran de Lobo. Aquí fueron exterminados por los cazadores hace más de 100 años.
He caminado por zonas donde hay lobos y osos y no he sentido ni el mas mínimo temor, pero ir por caminos donde lo que hay son perros de presa asilvestrados, me pone realmente nervioso. Los lobos y los osos temen al hombre pero el perro no, pudiendo ser muy peligroso un encuentro con ellos. Llegamos a pensar en regresar y hacer algún plan B, pero decidimos subir hasta el puerto y regresar. El camino, en todo momento, es una pista muy cómoda.
El camino se empina bastante y a medida que sube vamos viendo el pantano desde una perspectiva que nunca había visto.
Seguíamos subiendo y subiendo
Encima del Puerto de la Cruz se ven 2 grandes eucaliptos.
Después de 50 minutitos de ascensión llegamos arriba donde nos encontramos una fantástica panorámica del pantano de Guadalcacín.
Comenzamos a bajar para regresar al pantano otra vez disfrutanto del paisaje que teniamos frente a nosotros.
El paisaje es un quejigal mezclado con alcornoques y encinas.
Seguimos bajando por el carril.
Terminamos de bajar, cruzamos el muro de la presa hasta el otro extremo y subimos por un senderito de cemento entre el eucaliptal.
Es grato encontrarte una placa así en lugar de "coto privado de caza" o "prohibido el paso" Desconozco el fin de esta fundación pero siempre será mejor que una asociación de cazadores donde lo que prima es disparar
Y llegamos a un par de edificaciones en medio de la arboleda.
Y ésta otra que es la que esta más alta. Es la parte más alta del pantano, por lo que supongo que se subirá el agua hasta allí para aprovechar la fuerza de la gravedad para canalizarla.
Parecían castillos escondidos en la selva. jeje. Bajamos por ese camino que parece de cuento.
Llegamos a la presa y tomamos el camino que baja por el lado opuesto al que subimos al principio.
Llegamos a una zona llana junto a la pared del pantano.
Subimos al principio del camino de cemento y tomamos un sendero dirección Sur, que nos conduce a la carretera a la altura de lo que fue el hospital del poblado.
En definitiva, una ruta fácil de poco más de 5 km, con un desnivel de unos 250 metros que permite quitarte el óxido de la semana.
De fauna vimos un par de gamos desde el coche, algunos buitres y cernícalos y 1 gavilán. Poca cosa esta vez.
Salud.
Las fotografías de paisajes y de fauna que aparecen en este Blog y los textos que las acompañan están hechos por mi, a menos que se diga lo contrario.
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Hola muchas gracias de este paseo por detrás de lo que fue mi pueblo. Yo nací en la casa de mis padres, José Alonso carpintero de las obras, y mi hermano Paco en el hospital que nombras en tu recorrido. La música de los nombres que vas dando me recuerda mi vida de niño por todos esos montes. Vivo en Francia desde unos 50 años. Nos fuimos del Pantano en el 1965. Muchas gracias. José Antonio Alonso Bermudez. aaton25@gmail.com
ResponderEliminarQué recuerdos mis acampadas en el charco.Yo conocí a Miguel el guarda.Allí aprendí a amar a la naturaleza.Me siento en casa cada vez que vuelvo.Ha mejorado bastante.La buitrera no existía?pero por aquel entonces la presencia de ungulados era mayor, y no era extraño encontrarse pequeños recentales encamados.
ResponderEliminarEn una ocasión nos pasamos cerca de dos meses acampados durante el verano. Miguel,el guarda,nos hacía una visita de cortesía todas las noches.Aparecía furtivamente de entré las sombras y se sentaba a departir conversación.
Bueno, ahora salgo por la marisma para hacer fotos con mi hijo. Hacemos lo que podemos con el equipo que tenemos, pero sólo con localizar a las aves ya es apasionante.
Saludos y un abrazo de un pajarero de Jerez.
Qué recuerdos mis acampadas en el charco.Yo conocí a Miguel el guarda.Allí aprendí a amar a la naturaleza.Me siento en casa cada vez que vuelvo.Ha mejorado bastante.La buitrera no existía?pero por aquel entonces la presencia de ungulados era mayor, y no era extraño encontrarse pequeños recentales encamados.
ResponderEliminarEn una ocasión nos pasamos cerca de dos meses acampados durante el verano. Miguel,el guarda,nos hacía una visita de cortesía todas las noches.Aparecía furtivamente de entré las sombras y se sentaba a departir conversación.
Bueno, ahora salgo por la marisma para hacer fotos con mi hijo. Hacemos lo que podemos con el equipo que tenemos, pero sólo con localizar a las aves ya es apasionante.
Saludos y un abrazo de un pajarero de Jerez.