Huyendo de la ola de calor que nos pillo en el País Vasco, decidimos pasar el día en esta cala a la sombra de los árboles y, de paso, conocer el fondo marino de ese lugar.
El agua estaba anormalmente caliente también con una temperatura, a -6 metros de profundidad, de 25,1 Grados centígrados. Una locura. La fauna que me encontré era idéntica a la que podemos encontrar en las costas andaluzas.
Balistes copriscus. Pez ballesta.
Anémona ortiga de mar. Anemonia viridisna.
Salud y carpe diem.
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